Por: Vania Violeta R. del Pozo.

Los espacios albergan significados que imprimimos a partir de nuestra relación con ellos, así como de las interrelaciones que experimentamos en su interior y a lo largo del tiempo. 

¿Qué relación existe entre las partes del cuerpo y las de una casa?

Espacios habitables es un video ensayo que plantea al espacio como una metáfora del cuerpo y a la inversa, el cuerpo como una metáfora del espacio. 

El proyecto surge de la inquietud por vivir la acelerada transformación del espacio público y el inminente cambio de la vivienda, concebida como una mercancía, y no como un derecho humano que deberíamos tener todos los seres humanos. Buscar un lugar para vivir sola se ha vuelto casi una travesía y en la búsqueda, me encuentro con la gentrificación como una de las razones que, probablemente, me impiden encontrarlo y como una forma de redescubrir los barrios donde crecí y que a veces, ya no reconozco. 

La exploración audiovisual y la experimentación con formas contrapuestas y superpuestas, así como percibir y registrar el espacio en el que comúnmente transito, me permitió descubrir que los lugares construidos son un reflejo estructural de nuestros cuerpos y desde donde miramos al mundo. Aprender a escuchar ha sido una nueva forma de percibir los contrastes y aprehender los detalles que en medio de la urbe se han perdido, ¿son símbolo de la desigualdad?

Percibir las casas y los departamentos como mercancía casi ha inhibido el valor del hogar para el originalmente construimos las ciudades, ponderando un valor monetario que determina quién puede vivir ahí. Andrómaco es la representación de esos lugares que, quizás sin ser consciente de ello, resiste ante los  paradigmas del tiempo que podríamos empezar a de-construir.

Tal vez los lugares no nos pertenecen, nosotros pertenecemos a ellos.