Es claro que el extractivismo contemporáneo y su consecuente acumulación se extienden a distintas esferas de la existencia: territorios, cuerpos y vidas se ven cruzados por un sistema que, además, busca invisibilizar sus prácticas. Estas jornadas pretenden situarse en los lindes que el extractivismo genera: en sus capas, en los límites de lo humano, entre el subsuelo y la superficie, a través de piezas artísticas que aborden críticamente estas relaciones. Trabajaremos entre lo visible y lo soterrado, entre el trabajo y el cansancio, entre el humor y la desazón, entre el cuerpo y la máquina que lo mira. Las jornadas se articulan en torno a una mirada crítica desde la producción artística al capitalismo global y al extractivismo de la vida humana y no humana que lo sostiene.

Fechas: martes 19 y jueves 21 de abril
Horario: de 11:00 a 14:00 hrs


La cámara-cuerpo como intervención política

Pablo Martínez Zárate

Esta ponencia reflexiona sobre el proceso de creación de distintas piezas de videodanza que han surgido de la idea de una cámara-cuerpo capaz de desdoblarse más allá de su imperativo visual para incorporar otros registros en los dispositivos de filmación y así ampliar el espectro de intervención de la realidad. La cámara-cuerpo desafía la lógica industrial de producción de imágenes al introducir cierta organicidad en el desdoblamiento de la tecnología de filmación hacia el territorio de lo corpóreo. Al danzar junto con otras corporalidades, la cámara-cuerpo se funde con la carne y articula un modo de estar, pensar y accionar en complicidad con la ritualidad de la danza. La cámara-cuerpo pretende ser un vehículo disruptivo de dislocación de la mirada hegemónica, heteronormativa, disciplinar, para ceder espacio a la vulnerabilidad, la interpenetración de las sensibilidades, y la vibración colectiva como un principio de creación de mundo en común. A modo de colofón, esta ponencia comparte algunas intuiciones detrás de la investigación artística como vehículo para la producción de conocimiento y la reimaginación de los horizontes de posibilidad. 


Representación de la ansiedad y la depresión en la pintura y la literatura. Un estudio autoetnográfico.

William Grigsby Vergara

Si bien es cierto que existen amplios estudios sobre representación en el cine, la psicología, el psicoanálisis, la antropología, la semiótica, la lingüística, la filosofía y los estudios del discurso, las propuestas teóricas que abordan el concepto de comunicación en términos de representación tienden a diluirse en discusiones menores. Tampoco se ha estudiado la representación en relación con la arteterapia como recurso para que el paciente psiquiátrico pueda comunicar las subjetividades de su mundo interior. Todo lo anterior me lleva a la principal deficiencia de los estudios que se han hecho hasta ahora en torno a la relación entre arteterapia y enfermedades mentales: falta un debate más amplio que permita reconocer a la comunicación como una disciplina que no se reduce al proceso simbólico de intercambio de información donde un emisor comparte mensajes con un receptor a través de un mensaje cifrado o código. De lo antedicho se desprende que mi proyecto de investigación es pertinente dentro del campo de la comunicación dada la necesidad de llenar estos vacíos y proponer argumentos que le permitan al campo salirse del paradigma informacional y el enfoque mediocéntrico. Para lograrlo será necesario exponer las trincheras conceptuales que reducen el círculo teórico de la comunicación a dos posturas dicotómicas: por un lado, la que defiende la teoría informacional de transmisión desde la categoría de código, y por el otro, la que defiende que la comunicación es interacción, diálogo y socialización entre sujetos. Falta, sin embargo, en este debate teórico, una postura que defienda con mayor énfasis la necesidad de entender la comunicación como un fenómeno de significación sensible que da cuenta de las expresiones estéticas y permite representar las sensibilidades de los pacientes psiquiátricos que se manifiestan a través de la arteterapia. Hacia el final del proyecto de investigación intentaré demostrar que la comunicación sensible no solo es un concepto teórico, sino también un proceso vivo en sí mismo que se va a expresar en la práctica estética, por lo tanto, servirá como guía, método y marco teórico para documentar la autoetnografía y hacer una investigación creativa.


Escena expandida y el teatro en el YouTube

André Carreira

Durante la pandemia las artes de la escena asumieron posiciones de resistencia mostrando capacidad de responder activamente a enormes desafíos. Pero eso no se dio sin grandes contradicciones, porque con el cierre de los espacios físicos se produjo un movimiento muy acelerado en dirección al mundo virtual. Aunque pareciera ser que estamos empezando a salir del centro de la crisis sanitaria, el contexto político planetario no es animador, seguimos inmersos en una situación cuya complejidad dificulta cualquier intento de reflexión sobre las condiciones de producción en los últimos dos años. 

La crisis que estamos viviendo nos obliga a discutir nuestros modos de hacer y de investigar el teatro de una forma amplia. Esta crisis nos propone nuevas cuestiones para el debate, porque se abrieron espacios híbridos, que en realidad ya eran frecuentados por varios segmentos de la sociedad que diariamente conviven con la idea de un mundo virtual vital y activo. Estas formas híbridas que estamos utilizamos en nuestro teatro – ya sea a contra gusto o con cierto placer de experimentación –, no van a desaparecer por un pase de magia, seguirán influyendo en nuestras formas de dar clases y de presentar prácticas creativas. Aunque eso no implique decir que un nuevo mundo se presenta ante nosotres, es necesario reconocer un fenómeno inesperado que cruzó nuestras vidas ineludiblemente. 

No hay nada completamente nuevo en un teatro que experimenta con estas tecnologías, pero el avance extremamente rápido de las tecnologías de vídeo-conferencia ocurrido en los últimos tres años produjo un cambio de cualidad en lo que se refiere a las relaciones entre la escena y a la tecnología virtual. Tales tecnologías dejaron de ser asociadas apenas a las investigaciones de lenguaje; todo se hizo más cotidiano y común.

La combinación de las restricciones de los confinamientos con la disponibilidad tecnológica de diferentes plataformas de teleconferencia posibilitó un nuevo campo de experiencia. Estas formas de comunicación se expandieron como integración del Facebook, Instagram, YouTube e Whatsapp que permitieron las transmisiones en vivo. 

Este es un tiempo de confusión e incertidumbre, pero la urgencia del momento se combinó con cierta euforia y esperanza, debido la potencia de los medios. Aunque todo está impregnado por el miedo, eso no fue un obstáculo para que el ámbito de la creación se dieran importantes movilizaciones experimentales. 

Los procesos de resistencia que protagonizaron les artistas, motivados por la necesidad de producir y por el deseo de sobrevivir de todas formas al cierre de las salas, se combinaron con algo inesperado en muchos casos: una rápida ampliación del público a través de la internet. No son pocos los colectivos teatrales que experimentaron por primera vez la sensación de tener un público bien más grande y más diverso que sus audiencias tradicionales. Al mismo tiempo con el pasar de los meses se fue produciendo un cansancio entre actores y actrices que estaban realizando múltiples tareas actuando, iluminando, grabando, o sea, trabajando como verdaderas ‘personas-orquestas’. 

El trabajo teatral, tal como está ocurriendo en el mundo laboral, también fue precarizado, y la vida cotidiana de la mayoría de las compañías teatrales fue truncada severamente. Es interesante observar el punto de vista del director Rolf Abderhalden Cortes que dijo:

Es cierto que el arte no puede exigir condiciones ideales para ser realizada, y que es su deber dialogar con su tiempo, inclusive en las peores condiciones, anticipándose al tiempo por venir con nuevos modos de hacer. Pero, esto que nos piden hoy día, de manera generalizada, nada tiene que ver con una reflexión sobre las condiciones actuales de vida y de trabajo, ni con una actualización de los modos de producción del artista: se trata de una imposición, no de la pandemia, como pretenden nos hacer creer, pero si del régimen del capital financiero global, para ser más “creativos”, es decir, más productivos. (2020: 7).

A partir de la mirada crítica de Abderhalden sobre nuestro rol dentro del complejo mecanismo de los productos creativos, debemos reflexionar considerando que  medios como YouTube y Facebook son actualmente parte clave del gran negocio del siglo. 

Es evidente que esta masiva producción de teatro virtual pasó a incorporarse, como nunca antes había ocurrido, a mecanismos propios de la industria del entretenimiento. Este fenómeno ocurre como consecuencia de una situación en la cual no hubo otras opciones y los medios estaban allí disponibles, seduciendo también por su potencial para ampliar audiencias. 

Nuestra tarea inmediata es discutir como se dieron los procesos en los cuales les artistas del teatro intentaron, en este tiempo obscuro, mantener vivo su luz resistente aunque frágil, inventando posibilidades de producir nuevas redes de disidencia. Y confrontar eso con los proyectos de precarización e instrumentalización de los productos virtuales.


Danzas comunes, más allá del estado y el capital

Federica Folco

Esta ponencia tiene la intención de compartir la reflexión en torno a la relación de las danzas comunes, con las demandas que se les generan desde el estado y el capital.

Propongo entender a las danzas comunes como aquellas que se bailan en y para su comunidad, diferenciándose así de las que se bailan para un público y distinguen entre quienes las producen y quienes las consumen. La danza, en las danzas comunes es para quien la habita y quien la habita ya la baila. Lo común en estas danzas es lo que emerge cuando bailamos juntas, las personas, para nosotras mismas. Nuestros cuerpos entretejidos son la materia de esta expresión, son la condición necesaria para que estas danzas existan, porque solo puedo bailarlas si alguien lo hace conmigo. Para quienes deseamos poner en acción maneras de vida dignas de ser vividas por todas las personas, las comunidades de las danzas comunes se nos presentan como alternativas a los modos establecidos desde la occidentalidad individualista y capitalista,.

Cuando las danzas comunes se enfrentan o dialogan con las lógicas del estado y el capital, que nunca son neutros, se le impregnan modos y necesidades que transforman sus características fundamentales, y el deseo de quienes las bailan. Reconocer estas relaciones y enunciarlas nos habilita a cuestionarnos qué de estas danzas comunes queremos preservar y qué queremos transformar porque entendemos que segregan, lastiman, oprimen o reproducen formas individualistas y mercantiles de relacionarnos.

Este pensar se vuelve aún mas necesario en tiempos de aislamiento y miedos recíprocos. Más que nunca tenemos que recordar que cuando bailamos juntas hacemos comunidad, reímos, sudamos, movemos tensiones, energía y sentimientos, nos erizamos, creamos sentidos e ideas, habilitamos lo sensual e intercambiamos flujos de misterios habitando la complicidad de estar necesariamente viviendo juntas.


Extracción de la verdad en el caso Ayotzinapa: La imagen informe, el informe de la imagen

Pablo Domínguez Galbraith 

Esta ponencia intentará dar cuenta de la forma en que extracción y verdad se articulan en la historia del caso Ayotzinapa a partir de dos registros: 1) Una lectura-síntesis de los tres informes realizados por el GIEI (el tercero de ellos apenas presentado hoy 28 de marzo de 2022), y 2) Una historia de las imágenes del caso Ayotzinapa, y de los archivos, dispositivos fotográficos y forenses, y acciones globales con registros visuales que pusieron el caso Ayotzinapa en diálogo con otras formas de violencia y desaparición en distintas latitudes. También, se tematizará las formas en que el caso Ayotzinapa sirve como modelo de un modo de extracción, abstracción y destrucción de «verdades históricas» generadas como materia prima de discursos políticos y del poder que sostienen imaginarios de justicia, Estado y orden y honor militar inapelables. Finalmente, se propondrá una lectura de las capas de violencia mexicanas articuladas en torno al extractivismo, el control militar, el Estado-centrismo, y las formas neoliberales-estatalistas de gubernamentalidad en el presente. 


Coreografía trenzada: tres lecturas de una curaduría para la pulsión de vida en territorios minados/mineros

Luna Acosta, Andrea Cabrera y Zoha Arboleda

En el documental de danza ‘Pina’ de Wim Wenders (2011), hay una imagen que nos detiene y nos convoca: el bailarín que sale expulsado de un cráter minero y enuncia con su cuerpo la vitalidad que aún habitan ese paisaje árido y desértico creado por la extracción. En conversación con aquella vitalidad en el cuerpo, realizamos una curaduría de imágenes y videos en donde se representa la pulsión de vida, el laboratorio en cuerpos, el devenir de cuerpos máquinas danzantes y las corporalidades que cuentan una historia de movimiento y migración desde el sur global. Tres personas, Luna Acosta, Andrea Cabrera y Zoha Arboleda, nos reunimos a trenzar esta curaduría visual y reaccionamos desde nuestros campos de estudios y corporalidades. Leemos la potencia de estas imágenes en una coreografía virtual desde 3 países distintos marcados por el extractivismo colonial, para finalmente contar la historia de los cuerpos que han construído las máquinas y los proyectos extractivos.


Masculinidades, cuerpo  y conocimiento.
El performance y la emergencia de saberes intercorporales ante el contexto femigenocida/neoliberal mexicano

José Ricardo Gutiérrez Vargas

Este trabajo indaga el nexo entre cuerpo, conocimiento y masculinidades a partir de una investigación cualitativa sobre las pedagogías contra las violencias femigenocidas, basadas en el performance, que se han puesto en marcha entre estudiantes varones y mujeres de la preparatoria, Francisco Villa 128, ubicada en el municipio de Ecatepec, Estado de México. Dichas pedagogías son capaces de producir “imágenes encarnadas”, por medio de experiencias performativas que remiten a una inmediatez intercorporal. Así, la intercorporización servirá como una mirada teórico-metodológica para aproximarse a las maneras en que los varones que participan en dichas pedagogías, nombran y re-conocen la realidad femigenocida/neoliberal que predomina en sus comunidades, al tiempo que aprenden a interpretarse como sujetos generizados, desde un plano intercorporal, a través del roce y contacto con su compañeras, en el encuentro entre cuerpos.


Críticas al capitalismo desde la performance y el humor.
Proyecto NEO-EXTRA-ACTIVISTA. Protocolos del Buen Vivir del grupo Etcétera

Diana Delgado Ureña

Asistimos al diagnóstico de una crisis ambiental que nos afecta a escala planetaria; sin embargo, las cumbres y conferencias internacionales no parecen llegar a consensos efectivos sobre qué medidas hay que implementar para paliar la espiral de autodestrucción de la vida en todas sus manifestaciones, como consecuencia del agotamiento de los recursos naturales y la contaminación derivada de nuestras formas de consumo. 

El actual contexto de tensiones geopolíticas, puesto en evidencia a raíz de la invasión de Rusia sobre Ucrania, hace tangible una vez más la dependencia extrema de los recursos naturales, de los combustibles fósiles y del gas. El mantra ecocida del crecimiento económico infinito, ahora amenazado por el estrangulamiento en el tráfico de los recursos y por los beneficios astronómicos de las corporaciones energéticas, nos devuelven un panorama desolador. 

En el éxodo de miles de personas asistimos a las devastadoras consecuencias de la agresión sobre personas y territorios, sostenidas en el afán de dominación y sometimiento que tiene su origen en la legitimación de la violencia como forma de relación.  

El neoextractivismo comparte esta condición violenta como trama que vincula el uso avanzado de tecnologías a gran escala para la obtención de recursos, con los daños irreparables que esas actividades provocan en el ecosistema y las relaciones entre seres y territorios.  

El modo de relación que promueve el neoextractivismo reformula un modelo económico asimétrico basado en la sobrexplotación de recursos naturales a manos de compañías, sostenidas en muchos casos por los intereses de gobiernos y alianzas opacas, a las que difícilmente se les pueden pedir responsabilidades sobre sus actos. 

El neoextractivismo es un caldo de cultivo que toma múltiples formas, pero es siempre reconocible desde su condición violenta que contribuye a perpetuar la inequidad social y el empobrecimiento de personas y territorios. Entre sus muchas manifestaciones se puede nombrar la acumulación de tierras para cultivos intensivos, la minería a cielo abierto, las perforaciones petrolíferas de reservas naturales, que supuestamente deberían estar protegidas o las prácticas de fracking para llegar a las capas más profundas de la tierra y seguir extrayendo petróleo y gas. En definitiva, el neoextractivismo como sistema de relaciones expande a gran escala los principios fundantes del modelo colonial, racista y patriarcal para la explotación de recursos, seres y territorios.

Tomando como coordenadas la situación neoextractivista a escala planetaria, el grupo de artistas argentinos Etcétera se propusieron desarrollar entre 2020 y 2022 un proyecto de investigación con apoyo del Vera List Center, un centro de estudios dependiente de The New School en Estados Unidos. 

La misión de este instituto de investigación dependiente está enfocada en apoyar actividades de artistas, académic+s y legislador+s que, desde posiciones creativas, intelectuales y políticas proponen acciones orientadas hacia el cambio social. 

En este contexto, el proyecto del grupo Etcétera NEO-EXTRA-ACTIVISMO se concreta en acciones que ensayan nuevas formas de compromiso público en la intersección entre arte y política.

El grupo Etcétera está formado por Loreto Garín Guzmán (Valparaíso, Chile, 1977) y Federico Zukerfeld (Buenos Aires, Argentina, 1979). Activos desde 1997 viven y trabajan en la Ciudad de Buenos Aires. En sus inicios el colectivo estaba integrado también por un nutrido grupo de jóvenes artistas, poetas y performers comprometidos social y políticamente. Etcétera surgió en el momento en que las consecuencias del neoliberalismo de los 90 comenzaban a ser cada vez más devastadoras, como herramienta artística al servicio de las luchas por Memoria, Verdad y Justicia por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica en Argentina. 

Como señala Jennifer Ponce de León que investiga sobre el vínculo entre producción cultural y movimientos antisistema en Latinoamérica en su trabajo Another Aesthetics is Possible. Arts of Rebellion in the Fourth World War (2021), el modo de trabajo de Etcétera es “llevar el arte a los lugares de conflicto social inmediato (la calle) y trasladar el conflicto a los lugares de producción cultural como son las instituciones artísticas y los medios de comunicación”. 

A través del trabajo de Etcétera se puede estudiar el rol que puede jugar el arte en la misión colectiva de producir y expandir imaginarios capaces de transformar la realidad social. Las prácticas experimentales de Etcétera fusionan humor, movilización política, crítica social e irreverencia frente al poder, para hacer visibles mundos más allá de las relaciones de explotación capitalistas.

El grupo Etcétera ha pervivido como núcleo del Movimiento Errorista Internacional que reivindica la potencia del “error” como filosofía de vida capaz de liberarnos de la eficacia y precisión que desea el capitalismo en la sumisión de cuerpos y subjetividades.  

El trabajo del grupo Etcétera es situado, responde a un tiempo y a un lugar concreto. Muchas veces operan en el entorno urbano desarrollando acciones colectivas que toman forma en manifestaciones de protesta y denuncia que señalan las injusticias a nuestro alrededor. 

El humor y la teatralidad sirven de marco tanto para sus acciones en el espacio público, como para aquellas desarrolladas en el contexto de instituciones culturales. En su trabajo hay una expansión hacia territorios surrealistas que desvelan desde lo lúdico una relación desafiante con lo que debiera ser la corrección política.  

El desarrollo del proyecto NEO-EXTRA-ACTIVISTA se articula a partir de tres ejes, la aproximación al neoextractivismo como problema, el ecocidio como consecuencia y los protocolos del Buen Vivir como solución. La noción indígena del Buen Vivir implica una relación de interdependencia entre el universo, la naturaleza y la humanidad. Desde esta perspectiva que nos apela individual y colectivamente, somos capaces de transformar nuestros imaginarios y desde ahí contribuir al cambio del marco de relaciones con el que el neoextractivismo rige el mundo. 

El proyecto NEO-EXTRA-ACTIVISMO recoge y crea protocolos para el Buen Vivir en diálogo con artistas, activistas y comunidades locales. Se desarrolla a partir de conferencias, performances y laboratorios con el objetivo de crear a largo plazo un Museo Neo-extra-activista liderado por dos mazorcas de maíz que son quienes comparten en este vídeo el desarrollo del proyecto de investigación. (vídeo performance a partir del minuto 38.40 en adelante)

 ¿Es posible que sea la irreverencia del humor surrealista la opción que nos queda para defender que las relaciones políticas, económicas y sociales estén basadas en la equidad social, el respeto y la diversidad?


Topologías de la migración.
Contigüidades y yuxtaposiciones de lo indocumentado

Edwin Culp

La migración indocumentada en México ha devenido en uno de los más visibles efectos del extractivismo de la vida y el trabajo. Una de las dificultades para dar cuenta crítica del tránsito migratorio es su constante movilidad y flujo que, en ocasiones, solo es capaz de fijarse en el lugar imaginario de la víctima. En esta ponencia analizo algunas estrategias artísticas que proponen un acercamiento a la experiencia migrante reciente a través de un despliegue hacia el sistema extractivista que la produce. Más que detenerse en las experiencias individuales, estas prácticas despliegan las contigüidades de la migración con otros sistemas extractivistas y su consecuente violencia. A partir de trabajos que se acercan a la migración propongo delinear una topología donde, más que una descripción topográfica o geográfica de los territorios recorridos, se dé cuenta de la contigüidad, el deslizamiento, la yuxtaposición y el desplazamiento por las superficies materiales con las que este tránsito entra en contacto.