Estudios críticos de la imagen y la representación

Este proyecto propone generar una investigación crítica sobre la representación y la imagen en el capitalismo global, a partir de desplegar las tensiones que suceden en sus superficies. Por superficie se entiende aquí una propiedad material que indica la separación entre dos fases, el límite de dos estados inmiscibles con propiedades distintas de las que ocurren en las sustancias. El capitalismo globalizado, en su afán extractivista y de incremento del flujo de capitales, precariza la experiencia de vida al punto de traducirla en apenas jirones o residuos que difícilmente pueden narrarse. La sobresaturación de imágenes y relatos contrasta con la poca capacidad que tienen para conducir a la acción y al empoderamiento de la experiencia. Ahí cuando los referentes se han vuelto insuficientes, cuando se han adelgazado al punto de verse reducidos a imágenes o representaciones, es necesario insistir sobre ellas, evidenciar su estructura superficial. Esa superficialidad permite articular una serie de categorías analíticas: la contigüidad, la semejanza, la impronta, el simulacro, el desplazamiento, la huella, la hapticidad, la vibración. A su vez, da lugar a acercamientos desde la textura, la piel, el paisaje, la espectacularidad, la ficción o la sonoridad. Indagar sobre las superficies también permite ir más allá de la relación entre imagen y evidencia, entre representación y sustrato; así, permite acercarse a las experiencias irreconstitutibles o incontables. Allí donde la violencia extrema ha dejado solo residuos de evidencia, donde la exclusión de género inmoviliza al cuerpo, donde la desaparición forzada impide el rastreo, donde la migración se vuelve inenarrable, hay que volver sobre las imágenes y las representaciones que quedan, mirar insistentemente en aquellas que se conforman para no dejar ver. Suspenderse en la superficies implica detenerse en el umbral incómodo entre exterioridad e interioridad, no para desgarrar la superficie, no para anular la imagen, sino para volver a inscribir su capacidad de imaginar.